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Control de la huella de carbono
Castillo de Canena es la primera compañía de aceite de oliva virgen extra en Producción Integrada capaz de controlar su huella de carbono. Tras un exhaustivo análisis de todas las fases de su cultivo y comercialización, la empresa auditora Det Norske Veritas (DNV) ha certificado las emisiones a la atmósfera del dióxido de carbono necesarias para producir una botella de este reconocido aceite, comprometiéndose la empresa a disminuir esta cifra cada año.
El trabajo de campo ha sido exhaustivo. Se ha iniciado con el análisis pormenorizado y cuantificado de todas las labores agrícolas desarrolladas en el campo. A continuación, se han tenido en cuenta los consumos derivados del tratamiento industrial de las aceitunas para la obtención de los aceites, y por último se han computado los ciclos de vida de todos los materiales auxiliares que son necesarios para comercializar cada botella.
El hecho de que en Castillo de Canena se controle y tutele de manera muy directa todos los eslabones de la cadena de valor ha hecho que la medición y cuantificación de las emisiones durante el proceso de auditoría hayan sido especialmente exactas y precisas.
La obtención de la huella de carbono es un paso más en el firme compromiso de Castillo de Canena para unir la extrema calidad de sus aceites con el respeto al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. La empresa familiar ya cuenta con una planta de producción de compostaje para reutilizar sus propios alpeorujos. Los restos vegetales de poda obtenidos durante las últimas 3 campañas son debidamente retirados del campo, empacados y transportados a centrales térmicas para la producción de energía eléctrica o pelets.
Asimismo, desde marzo de 2007 los cosecheros cuentan con 3 plantas de energía fotovoltaica de 100 Kw cada una para autoabastecer de energía eléctrica a la explotación. Por último, existen 9 estaciones meteorológicas de agricultura de precisión que controlan las variaciones del diámetro del tronco de los árboles y las condiciones del clima, el suelo y la humedad de la zona con el objetivo de optimizar los recursos hídricos disponibles para el riego de sus árboles.